Como siempre titulo aquellos artículos en los que defiendo la utilización del ABP o el PBL en las Ciencias Sociales y como siempre hago desde hace cinco cursos en los grupos con los que comparto aprendizaje.
Y diréis, con razón, ¿por qué ABP? Y las razones son muy simples y claras. Creo que casi nadie las podrá poner en duda, aunque no abunden, como debieran, los docentes que lo utilizan, ya que permite:
Debido a ello, me lancé ya hace tiempo a un reto atractivo y que está resultando muy satisfactoria: desarrollar todo el currículo de Ciencias Sociales en ABP. La idea surgió con este esquema:
Esta fue la idea inicial que consistía en diseñar una serie de proyectos que abarcaran todo el currículo de Secundaria de Ciencias Sociales ya que antes habíamos desarrollado algunas experiencias de aula, en forma de tareas integradas y de proyectos que dieron la idea básica. Después, el esquema, como veremos, ha ido evolucionando y cambiando año tras año. No tendría mucho sentido que no fuera así porque creo que vale la idea, el planteamiento, no los proyectos en sí. Además de proyectos desarrollados en el aula, esta idea se plasmó en un proyecto presentado al Ministerio y que fue premiado con una de las ayudas que convocó hace tres años para la elaboración de materiales curriculares y que podéis ver en este enlace con diversas entradas en mi blog que la explican.
La experiencia me ha hecho ver que en Secundaria, y este año también en 1º de bachillerato, el ABP debe basarse en el currículo para darle seguridad normativa y legal (y evitar así problemas con otros compañeros o con la inspección) y porque le da también seguridad profesional ya que es fácilmente trasladable a otros centros y replicables por otros compañeros que quieran utilizarlos. Además, hacerlo desde el currículo, asegura el desarrollo y la evaluación de las competencias del alumnado, algo que el profesorado, sobre todo en secundaria, está tardando “un poco” en comprender y asimilar. Y creo que esto último queda claramente reflejado en este otro esquema:
Pero, pasemos a mis experiencias. Desde aquellas tareas integradas que seguían lo precursores pasos de ICOBAE de mis estimados Miguel Ángel Ariza y Fernando Trujillo y de la que podemos destacar la Tarea de la Tabla Periódica desarrollada en curso 2011-2012 a proyectos en ciernes que sirvieron de experiencia para el lanzamiento posterior como un reportaje sobre el sesenta aniversario del IES Virgen del Castillo o lo desarrollado en 4º de ESO ese mismo curso 2012-2013.
A partir de ese año, todos los grupos con los que he compartido aprendizaje han desarrollado su currículo a través de proyectos de aprendizaje. De todos ellos, me gustaría destacar los siguientes (al enlazar el proyecto con su página correspondiente, queda a vuestra disposición todo lo trabajado por el alumnado y el diseño de los proyectos).
Todas estas experiencias de aprendizaje y muchas más me han permitido participar en el diseño y elaboración de proyectos de aprendizaje para el Proyecto EDIA del CEDEC, como La economía y yo o ¡Nos vamos de viaje!, y participar en proyectos colaborativos como La Historia es puro Teatro o el El Barco del Exilio.
Esto me lleva a otro aspecto fundamental del aprendizaje por proyectos en la sociedad digital, líquida e incierta en la que nos movemos. El ABP proporciona no sólo todo lo que anunciamos como motivos de su utilización más arriba, sino que permite la posibilidad de trabajar en red y crear redes de aprendizaje tanto para el inicio, como en el desarrollo y en la parte de difusión, ampliando así el marco del aula o del centro y dando dimensiones muy amplias, incluso internacionales, al proyecto trabajado. Además, y por eso, nos conecta con el mundo real, con el mundo conectado, vivo y dinámico que escapa al ámbito cerrado de las cuatro paredes del aula o que podemos ver desde el aula gracias a las tecnologías. Nos permite, por tanto aprender siempre y entender de manera muy real eso de que el aprendizaje del siglo XXI es un aprendizaje ubicuo, permanente y expandido o aumentado por la red.
Tampoco podía dejar de comentar la importancia de la evaluación en el desarrollo del ABP en el aula. Yo siempre digo que se aprende evaluando y se evalúa aprendiendo, o lo que es lo mismo, la evaluación debe ser coherente y estar insertada en el proceso de aprendizaje y no puede ser una cata puntual en un momento y sobre unos contenidos determinados. Por eso, la evaluación que se produce es doble, o triple según los casos. Por una parte valoro y valoran su trabajo en el aula, por otra con una rúbrica que tienen desde el principio del proyecto o que crean ellos antes de empezar que valora el proceso y las tareas o productos y, algunas veces, con entrevistas personales. De esta forma, son conscientes de su aprendizaje y se tienen múltiples datos para poder obtener una calificación o una valoración de su trabajo y de su aprendizaje.
Y, finalmente, me gustaría destacar algunas conclusiones que se derivan de mi experiencia en el aula y de mi red de aprendizaje.