¿Recuerdas
cómo estudiaste tu literatura? ¿Crees que ha cambiado mucho la manera de
trabajarla en las aulas? ¿Qué propuestas didácticas hacen las editoriales?
¿Cuál es la mejor manera de crear
lectores amantes de la literatura? En esta entrada queremos
desarrollar alguna de las ideas que fuimos desgranando en la comunicación "Educación
Literaria en la era digital" que presentamos en el reciente encuentro de Didactalia.
Si
recordamos nuestros años de estudiantes de literatura nos vienen a la cabeza
fundamentalmente datos, nombres de autores, fechas, tÃtulos que
aprendÃamos de memoria... y los tradicionales
comentarios de texto en los que el fragmento era sólo una excusa para
aplicar determinados contenidos teóricos (métrica, figuras literarias...); no era necesario comprenderlo y disfrutarlo. ¿Ha cambiado mucho esto?
A nuestro
entender, en los
últimos años, la didáctica de la literatura no ha avanzado excesivamente. En
gran medida, los materiales didácticos aún reflejan una visión historicista y
cronológica de los contenidos literarios, con propuestas de trabajo centradas
en la recopilación y reproducción de información sobre obras y autores. Sin
embargo, frente a
esta tendencia tradicional, el enfoque centrado en la Educación
Literaria, recogido en los currÃculos en vigor, pone el acento en la
formación de lectores; en la formación de lectores de Literatura que sean
competentes para desvelar y comprender las caracterÃsticas especÃficas de los
textos literarios. Este enfoque no presenta las obras como un contenido
aprisionado en los materiales didácticos y sin conexión con la vida real. Por
el contrario, se hace ver a los alumnos la vigencia social de los textos
literarios y centra su objetivo en la interpretación de los mismos.
La Educación Literaria pone el acento en la formación de lectores competentes para desvelar y comprender las caracterÃsticas especÃficas de los textos literarios. Este concepto aclara los objetivos de trabajo con los textos literarios en la etapa obligatoria en los que existe un acuerdo: desarrollar la capacidad de comprensión de los textos y el hábito lector. Por lo tanto, trabajar con los textos literarios en esta etapa sólo tiene sentido para crear lectores, para hacer sentir al alumnado la emoción de la literatura y para adentrarles en un mundo que luego recorrerán de manera autónoma. No es posible desarrollar una propuesta de trabajo relacionada con la literatura si la lectura y la cabal comprensión de los textos literarios no están presentes.
En una clase de Literatura asà entendida, frente a las actividades relacionadas básicamente con información se debe dar prioridad a las actividades relacionadas realmente con la formación literaria para facilitar a alumnos y alumnas la comprensión de las caracterÃsticas peculiares de la comunicación literaria y para despertar en ellos el afán por la lectura, siempre sin olvidar que como formuló Pennac "El verbo leer no soporta el imperativo".
Este tipo de actividades, a diferencia de las más tradicionales, buscan acercar los textos literarios al alumnado desvelando su sentido de manera compartida, favoreciendo las tareas de recreación o recontextualización de los mismos, e impulsando la creatividad y la expresión de los sentimientos
Las TIC/TAC pueden proporcionar una ayuda inestimable para la puesta en práctica en el aula de la Educación Literaria. Esta ayuda, siguiendo las metáforas de Jordi Adell, se produce, al menos, en 3 sentidos:
En cuanto a la red como biblioteca, hoy en dÃa es innegable que Internet se ha convertido en una enorme biblioteca en la que se puede encontrar información sobre cualquier aspecto del hecho literario (autores, obras, crÃticas, etapas, movimientos...) asà como cualquier muestra del corpus literario (narrativa, poesÃa, teatro...) que se trabaja actualmente en las aulas. La red posibilita además encontrar textos literarios en diferentes formatos: audio, vÃdeo...
La red como imprenta permite revisar y revitalizar la fructÃfera tradición de los talleres literarios ampliamente extendida en épocas anteriores. Los alumnos y alumnas pueden transformar y recrear los textos literarios en nuevos textos multimodales (libro digital, carteles interactivos, lÃneas del tiempo, vÃdeos, podcast...) dando rienda suelta a la creatividad y a la originalidad mediante el uso de las herramientas de la web 2.0. La tecnologÃa viene aquà a aunarse con la emoción.
La red como espacio de comunicación multiplica las posibilidades de expresarse individualmente de manera literaria y de hablar de Literatura con otros lectores (blogs, wikis, chat de audio y vÃdeo...). Además, la red abre posibilidades de cooperación que permiten una propuesta metodológica alternativa como son los Proyectos Colaborativos, en los que la experiencia literaria se puede compartir con otros docentes, otros alumnos, otros centros dotándola de un mayor sentido y proyección social. Asà mismo, la irrupción de las redes sociales ha abierto nuevos caminos de trabajo con los textos literarios traspasando las fronteras de espacio y tiempo. Por ejemplo, hoy en dÃa es posible hacer una tertulia literaria entre alumnos de diferentes centros utilizando una red social como Edmodo o una conversación con el autor de la obra leÃda a través de Twitter.
En resumen, la enseñanza-aprendizaje de la literatura en la era digital pasa por una necesaria renovación metodológica que se sustenta en dos pilares. Por un lado, el desarrollo de la Educación Literaria para crear lectores sensibles, crÃticos, reflexivos... ante el hecho literario. Y por otro lado, una adecuación de los soportes y los códigos a los propios de los ciudadanos del siglo XXI, es decir, trabajar en red y con la red.